Quienes están persiguiendo sus sueños o metas y no disfrutan el camino, el aquí y ahora, están viviendo siempre en el futuro. Un futuro que no se puede modificar, ni tocar, ni alcanzar. Para cambiar el futuro lo único que tenemos es el hoy, lo que hagas hoy tendrá sus frutos más adelante. Y para que el proceso sea consistente es clave disfrutar el camino.
La vida es un gran work-in-progress que si no lo disfrutás, nunca tendrás paz.
(Reflexión personal) (?)
Hay un nuevo modo de ver la vida (y que cuesta pero trato de implementar) es que sea más importante el proceso que el resultado. Enfocarse en lo que podés hacer para tener eso que querés, en lo que depende de uno. Enfocándose así el resultado debería ser inevitable, siempre disfrutando el camino. Si siempre estás pensando en qué te falta, que querés tener, qué querés lograr y no sos consciente de lo que ya tenés y lograste hasta ahora, tampoco te alegrarán cuando se cumplan.
Porque hay una gran frase que dice: “Si no eres feliz con lo que tienes, tampoco será feliz con lo que no tienes.”
También hay que ser muy sincero y consciente en el caso de no estar feliz por no tener los resultados que queremos y es preguntarnos si estamos haciendo todo lo que hay que hacer para lograrlo.
Yo lo pienso así. Pensemos en 5 objetivos que alguien quiere cumplir: cada uno se plantea en diferentes tiempos, con lo cual se superponen, se mezclan y no son correlativos. Si cumplo uno pero al mismo tiempo estoy en el proceso de cumplir otro, me pongo contento pero se mezcla con la frustración por lo que todavía no se está dando. Eso no sólo opaca el logro cumplido, sino que esta secuencia volverá a pasar una y otra vez. Así nunca se disfruta el camino, ni el proceso ni el resultado final.
Hacer una lista de los objetivos logrados nos ayuda a tener conciencia, a darnos tranquilidad y a cargar energías para seguir cumpliendo nuevas metas.
Que nuestra nueva meta para cumplir cualquier objetivo sea disfrutar el camino!