Reflexiones y Desarrollo Personal

La búsqueda del propósito.

Hay algo que suelo escuchar muy seguido y es la crisis de no saber a qué dedicarse o no estar contentos con la realidad propia. En este post les voy a hablar sobre la búsqueda del propósito y cómo aplicarlo a tu vida.

Hay mucha gente que no está conforme con la vida del trabajo a la casa y de la casa al trabajo en piloto automático. Y no aplica sólo a alguien que no está contento con su sueldo ni con su país, pasa también en las mejores familias (?) en países perfectos y con grandes sueldos. Se dan cuenta que la vida es algo más que eso, que no los llena, y verlo genera cierta desesperación de no saber para dónde correr. Cada uno quiere cosas distintas, pero la mayoría coincide en que no es lo que tienen hoy. Las preguntas más coincidentes son: “En qué soy bueno y cómo saber qué quiero hacer”. Y el miedo es que la vida se pase sin saberlo.

Pero a mucha gente que quiere otra vida le cuesta mucho dar ese primer paso. Le dan mil vueltas al asunto pero desde afuera, como si fuera algo lejano. Quizás no tocaron fondo, o esperan tocar fondo, o no tienen un “para qué” suficientemente grande por el cual hacer el esfuerzo. Vamos a hablar de esto.

El propósito de la vida está del otro lado del agujero negro (?)

La búsqueda del propósito: Qué es el propósito para mí

Hace poco una gran amiga me dijo: Hola, cuál es el sentido de la vida? Ok…arrancamos tranqui 😂
El sentido de la vida se lo da cada uno con su propósito. Creo que si tuviera que definir propósito sería así:

Aquello en que sos bueno/te sale natural (la semilla) + aquello malo que superaste (el estiércol) = compartirlo generando valor a los demás (el fruto).

Esta definición la tomé de un profesor del Master que estoy haciendo y me pareció genial.

Creo que la felicidad viene de poder vivir de nuestro propósito mejorándole la vida a los demás. Cuantas más vidas mejores más resultados y felicidad tendrás.

Hace poco charlando en un mini podcast contaba que mi profesión actual viene de mi amor por las plantas + el dibujo desde la infancia (empecé la exploración desde temprano, a los 9 años hice mi primer curso de tarjetería española 🤌) y uní eso en el diseño de estampados.
Aún así sigo buscando mi propósito, aunque sospecho que quizás viene por el lado de la motivación y de ayudar a otros a crecer laboralmente (mi blog, como consecuencia de mi profesión). Otro ejemplo de que para llegar a una cosa primero tuvo que haber otra. Es necesario arrancar por algo e ir viendo a dónde te lleva.

A veces también el don no es algo que tiene que ver con lo laboral tradicional, pero hoy en día cualquier don es monetizable si aporta valor a los demás. Y creo que ésta es la gran clave, pensarlo desde acá, desde el valor entregado y no desde lo económico porque cuando sucede lo primero, lo segundo dicen que es consecuencia inevitable ✨

Estar preparado para las preguntas incómodas

Sin incomodidad no hay progreso. Está comprobado. Para crecer hay que preguntarse cosas incómodas. Si nos interesa la comodidad no saldremos de ahí.

Hace 5 años me hice muchas preguntas incómodas y me di cuenta que no estaba contenta con mi realidad, así que me comprometí a construir una vida de la que estuviera orgullosa. A principios de este año también me planteé si estaba conforme con mi vida sin viajar, y tomé decisiones para que mi vida sin viajes me gustara mucho. Construí durante años con el objetivo de poder viajar mientras trabajaba y lo logré, pero ahora me planteé qué pasaba si no viajaba. Y la verdad que fue la mejor pregunta que me pude hacer.

Así que cuando me dicen “no sé qué hacer” o “no sé por dónde empezar” las preguntas incómodas que hago son: ¿Cuánto tiempo le dedicaste a buscar? En general la respuesta es “nada”. Y nada nuevo puede surgir si siempre hacemos lo mismo.

Ahora: ¿Cómo saber en qué soy bueno? Claramente hay que buscarlo y no lo vamos a encontrar en el ruido del día a día. Se necesita tomarse el tiempo de buscar respuestas. Y de movimiento, las respuestas aman el movimiento. Cuando empezás a hacer cosas distintas vienen respuestas distintas. Cuando dejás de mirar para afuera, qué hacen otros, dejas de estar pendiente de las noticias externas (y negativas), empiezan a aparecer muchas respuestas. Un gran recurso es viajar solo, pero también son claves los momentos de silencio, de naturaleza, etc. Para pulir la intuición hay que eliminar el ruido externo 👇

Eliminar el ruido externo

En mi caso haber sacado la tele en 2018 me cambió la vida. No me voy a cansar de decirlo.

Es fundamental para que vengan las respuestas, intentar disminuir o eliminar las distracciones diarias. Se necesita un poco de silencio, de estar con uno mismo, de autoconocerse para entender qué queremos, tomarnos el tiempo para pensar y probar qué nos sale bien o natural, y qué no queremos, para enfocar el rumbo. Sentarse solo con un papel en blanco. La única forma de lograr eso es centrarnos en nosotros mismos y no escaparnos.

Si no tenemos nada nuevo para sumar al CV hace 5 años pero nos conocemos todas las noticias del momento, hay algo que no va bien. Mirar para afuera no te va a sacar de donde estás. Si en lugar de usar el tiempo y energía en ocuparnos de nuestra vida lo usamos para ver la tele, seguiremos con todas las mismas dudas y problemas de siempre.

Hace poco también hice una encuesta en Instagram y Twitter sobre esto:

La mayoría contestó que sí. Ojalá que ya lo estén aplicando. Y si la respuesta es Sí y no lo están haciendo, es ahora. Según mi experiencia, te aseguro que tendrás cambios muy positivos a largo plazo.

Acciones con impacto positivo en los tiempos de ocio

Algunas formas productivas de ocupar el tiempo “vacío” antes ocupado por el entretenimiento que te van a hacer sentir mejor y te van a acercar a donde querés (yo las aplico en mi vida):

  • Salir a caminar. Desconectar, despejar la mente.
  • Ejercitar. Energizarse, renovar energía.
  • Sociabilizar y buscar nuevos grupos. Buscar motivación sana y gente nueva que nos inspire.
  • Hacer un curso. Buscar que lleguen nuevas ideas. Sin ideas nuevas no se avanza de donde estamos.
  • Tomar sol. Energizarse, regula el sueño.
  • Estudiar sobre algo para poder ofrecerlo o para crecer.
  • Aprender cosas en Youtube. Aprender a pensar, a emprender. Todo está gratis ahí para vos.
  • Tener un hobbie. Desconectar de todo por un rato y conectar con lo que te gusta hacer. Buscar pequeños momentos de satisfacción personal.
  • Aprender a cocinar más sano. Comer sano da energía, despeja la cabeza y ayuda a la concentración. Si tenemos el cuerpo sucio por dentro la cabeza también lo estará y es más difícil pensar con claridad.
  • Cuidados personales y ocupaste del cuerpo. Una sesión de yoga, meditar, un spa en casa o una rutina de skincare. Sentirse bien con uno mismo, hacerlo desde el amor propio.
  • Conocer lugares nuevos en la ciudad. Inspirarse, sacar fotos, buscar ideas.
  • Crear algo nuevo. Conectar con la creatividad, aunque sea tejiendo al crochet. Hacer algo distinto.

El camino en la búsqueda del propósito

Creo que muchas veces el tema viene de creer que uno tiene que saber por dónde ir antes de arrancar, y que los que lo hicieron sabían a donde ir. Pero no: La mayoría se dieron cuenta en el camino. Cuántas empresas tuvo un empresario exitoso antes de la última? Cuántos trabajos tuvo antes una persona que encontró su trabajo ideal?

Yo puedo contar mi caso, durante 2015-2018 en paralelo a mi trabajo en relación de dependencia (que me pagaba el alquiler pero también me generaba frustración), tenía un emprendimiento de diseño gráfico. O sea iba a trabajar y cuando volvía seguía trabajando pero para mí (o para mis clientes). Después de unos años me echaron, y en un momento de baja demanda de mi emprendimiento paralelo, me di cuenta que era hora de ir para otro lado y arranqué con la venta digital. Pero si no hubiera pasado por ahí seguramente no estaría acá. Es tan importante transitar el camino porque es éste el que nos va a guiar, hay que vivir los aciertos y errores completamente.

Es muy común empezar haciendo algo y darse cuenta probando otra cosa porque a la gente le gusta más otra, ya sea porque probaste o porque te lo piden. Cambiar sin saber el resultado es lo más arriesgado y hermoso que podemos hacer.

El mandato social

Nunca me influyó el mandato social porque soy hija tercera y me crié sola (?) y aprendí todo sola copiando a mis hermanos. Por eso siempre fui un poco “emprendedora” y bastante libre para hacer lo que quisiera dentro de mis posibilidades (gracias a mis padres). Nunca me entró en la cabeza el hecho de trabajar 8 o 9 horas en un lugar que no me guste, o tener 15 días de vacaciones por año. La vida es mucho más que eso.

Pero está muy arraigado el tema de que lo normal es trabajar en relación de dependencia, que es normal aguantar muchas cosas que no nos gustan porque pagan el sueldo, y que es normal no querer otra cosa para la vida. La vida justificada por el sacrificio. Nos educan para ser empleados, para trabajar para otros. A todos nos educaron así porque también fueron educados así. Es un pensamiento de otra época. No hay que juzgarlos, simplemente cortar la cadena.

Nunca en la educación tradicional nos dieron herramientas para saber emprender, para manejar dinero, para gestionar las emociones y el empuje que implican crear un proyecto propio. Es un común de la sociedad y es entendible que así sea porque a nadie le conviene que la gente sea libre, no? Hay MUCHA gente que vive de que la mayoría no sea libre, no tenga dinero, no esté saludable y no esté contento con su vida. Y hay que dejar de hacerles el negocio.

No es normal trabajar en algo que no querés, no es normal pensar que “es lo que me tocó y lo tengo que hacer”, que “es lo único que puedo hacer”. Obviamente el alquiler hay que pagarlo y este tipo de trabajos sirve para construir algo en paralelo. Si no es para eso, ya deja de servir. Si genera algo de frustración, por más que te pague el alquiler no sirve. Porque hay miles de formas más placenteras de pagarlo. Hay una vida más allá y hay que vivirla.

La búsqueda del propósito. Cosas que nos alejan del cambio:

Hace poco publiqué en Instagram una encuesta sobre qué nos impide dar ese paso y salieron estas opciones:

1) Miedo al fracaso o a equivocarnos

¿Qué más frustrante que no haber hecho eso que queríamos? Lo desconocido da miedo, pero creo que es peor llegar al final de la vida y pensar en todo eso que no hicimos…Y que ya no podremos hacer! O sí, pero hay edades donde es más fácil y las dejamos pasar por miedo.

Me gusta mucho esto de pensar en mi yo dentro de 50 años. Pensar en nuestro yo de 80 años (se restaba años 😂) y de qué nos arrepentiríamos si no hubiéramos hecho. Si ya sabemos qué, es porque tenemos que hacerlo YA, que no pase la vida sin haber hecho nada que nos guste.

Las preguntas a hacerse: “Qué es lo tan terrible que puede pasar?” ¿Estar en el mismo lugar que hoy? Si ya estamos ahí 🤷🏻‍♀️. Realmente no hay nada que perder. Hacé una lista de todo lo malo que puede pasar, al final te vas a dar cuenta que es más la cabeza que la realidad. Difícilmente pase todo eso que uno cree que puede pasar, son sólo trabas internas.

Para que no nos trabe el miedo a equivocarnos es necesario ponerse en un lugar de humildad y abierto al aprendizaje. El que tiene miedo a fracasar es porque no está en modo aprender. Los aprendizajes vienen de los errores, los errores no son algo malo, sino herramientas para avanzar más rápido la próxima vez (ya sé qué no funciona, o qué no me gusta). Sin ellos nadie evolucionaría, están ahí para nuestro favor para hacernos saber que si no es por ahí es por otro lado. NADIE que le va bien antes no fracasó, sólo que se suele prestar atención al resultado positivo y no al largo camino transitado.

2) No toqué fondo

O como le diría a una amiga: “el dedo en el c*lo no duele tanto”😂

Hay algunos “clicks” inevitables (como el que me pasó a mí y me hizo dar ese paso que no me estaba animando) como que te echen del trabajo o alguna enfermedad o terminar una relación. Lo ideal sería no esperar a eso. En mi caso tenía claro lo que quería pero con dos trabajos no tenía tiempo para crear un tercero, y entonces la vida me dijo: Ah sí? Bueno te saco uno y no tenés excusa. 😅

Los hábitos y la construcción se hacen en momentos buenos, en momentos muy malos es mil veces más difícil. Siempre lo comparo con el ejercicio: Si tenés un hábito que creas día a día en momentos buenos, cuando necesites ese recurso en un momento malo ya lo tenés incorporado y va a costar, pero no desde cero sino con mucha ventaja.

3) La falsa comodidad o una incomodidad “soportable”

¿Conocen la fábula de la rana hervida?

“Si una rana cae en una olla de agua hirviendo va a saltar. Pero si cae en una olla de agua fría que se empieza a calentar sutilmente, se acostumbrará y se adaptará a los cambios sin saber que el agua está subiendo su temperatura. Finalmente morirá hervida sin darse cuenta.”

Moraleja: El acostumbramiento sin reflexión y sin acción te lleva a la muerte (en vida). Ah que exagerada…Pero MUCHA gente vive en ese estado de inercia de por vida. Hay que saltar de ahí!

4) No saber por dónde empezar

Siempre digo lo mismo: Estamos en un momento de la humanidad donde toda la información está disponible gratuitamente y accesible para cualquier persona con internet. El que no sabe por dónde empezar es porque ni lo buscó. Sorry not sorry.

Hoy es tan fácil como entrar a Youtube y poner una palabra en el buscador y ver a dónde te lleva con su algoritmo. No hay excusas. El que no lo aprovecha es porque realmente no está interesado.

A veces me dicen: “Quiero trabajar para afuera pero no sé cómo se hace” y yo lo único que pienso es: Googlear “cómo trabajar para afuera” jeje porque hay blogs de gente como yo que intentamos explicarlo.

Clave: Ser sincero y coherente con uno mismo. Ojo porque desear sin hacer es en un punto no querer.

5) La sociedad y el entorno

“En vez de empujarte te agarra para mantenerte igual que ellos.” Me dijeron. Hay una famosa frase que dice: “Te quieren ver bien pero no mejor que ellos”.

Pasa mucho ésto en ciertos entornos o en la sociedad en general. Por qué? Porque salirse un poquito de lo que la sociedad llama como “normal” (que es mantener un perfil bajo, hacer lo que hace el promedio de la gente) genera una sensación de frustración porque de repente ven que se puede hacer algo distinto y elegir tener otra vida pero que no la están eligiendo. Entonces te van a empujar para abajo para que no sobresalgas mucho del montón y seas igual a ellos.

Yo tengo una teoría (mala, como siempre) que es que la mayoría de la sociedad necesita tener ídolos con talentos de nacimiento para justificar que ellos no lo tienen y por eso están donde están sin hacer nada. Si vieran que hay muchas personas exitosas que se crearon y convirtieron de abajo, tendrían que enfrentarse a pensar qué podrían estar haciendo. Y nadie quiere pensar eso. Es más fácil decir “no sirvo para eso” “no nací para eso” y vivir en modo víctima.

Yo admiro mucho más al exitoso que se creó solo. Al que quiso ir por más y buscó cambiar el mundo para bien.

En cuanto al entorno cercano, va a necesitar un tiempo para adaptarse a que de repente querramos ser otra persona, es lógico que quieran a la anterior porque es a quien conocen y aman (y quizás está el miedo de perderlo). Seguramente con el tiempo se adaptarán a esta nueva idea y hasta quizás, con un poco de suerte, se sientan inspirados. Si te convertís en alguien mejor y el tiempo no ayuda, no queda otra que dejar de querer encajar en ciertos círculos o relaciones. Siempre hay gente que busca superarse, rodeate e inspirate de ellos.

Como dice Sergio Fernandez en su libro Vivir sin Miedos:

“Si quiere elegir su propia vida, es probable que se encuentre con resistencias por parte de su entorno. Muchas personas han decidido, curiosa paradoja, no responsabilizarse de su vida, y por ello, cualquier idea diferente les resultará agresiva”

Sergio Fernandez

6) Necesitar ver que otros lo lograron para animarse

Siempre es bueno ver los logros de otros para motivarse, pero si arrancar depende de eso entonces el problema es otro. Creo que la necesidad de ver casos de éxito para poder decidirse a emprender viene de verlo de afuera: no involucrarse (Y de inseguridad personal, claro). Cuando estás afuera cuesta verte involucrado con eso y sentirte parte o que podés hacerlo vos también. Yo antes de meterme en el mercado del Print on Demand y la venta de gráficos me había estudiado todo porque me interesaba y quería saber cómo funcionaba. Entonces al entender cómo funciona se van muchas dudas y miedos. Mirar qué existe en el mercado, qué hacen otros y cómo lo hacen.

Cuando tenés claro lo que querés y tenés la confianza suficiente no necesitás tanto ese empujón. Obviamente siempre es inspirador ver a otros lograrlo, de hecho siempre cuento que a mí me inspiró mucho conocer a una ilustradora estadounidense, pero creo que lo hubiera hecho igual porque tenía claro que se podía vivir de eso por haber investigado primero.

Y esto viene ligado con el siguiente título. Hay que creérselo y trabajar en la actitud:

A veces ver a otros lograrlo puede ser contraproducente: nos frustra y nos deja en un bucle negativo sin ver la salida. Además de que a muchos les cuesta alegrarse por las buenas noticias o logros ajenos 🚩🚩🚩 . Está comprobado que no nos puede pasar nada bueno de lo que no nos alegramos cuando le pasa a otros.

En lugar de sentirnos mal con nosotros mismos, está bueno usarlo a nuestro favor como empuje para tomar decisiones distintas. Ver qué hizo el otro para tener eso, y qué tengo que hacer yo para lograrlo. Cuando veo a otro que está haciendo algo que quiero para mí, trato de inmediatamente tomar una decisión que me acerque a eso. Sino es quedarse en la frustración y el círculo negativo forever.

7) No trabajar en uno mismo

Esto viene relacionado con el punto anterior.

“Al no trabajar en el desarrollo personal siempre nos tropezamos con la misma piedra” me respondieron en Instagram.

Para mí es la clave de las claves más claves (ya lo dije, no?) Bueno, esto. “No hay desarrollo profesional sin desarrollo personal” (en todos los rubros, pero más si queremos emprender.) ¿Cómo vamos a llevar adelante un proyecto nuevo de cero y tomar decisiones si no podemos tomar decisiones en nuestra vida diaria?

Para emprender hay que aprender a gestionar nuestras propias emociones, aprender a ponernos pequeños objetivos y cumplirlos (creando así nuestra autoestima). Si no podemos controlar lo que comemos, lo que consumimos, lo que gastamos y con quién nos rodeamos es más difícil poder llevar un negocio adelante. Para empezar a tomar decisiones sanas y favorables en nuestra carrera profesional primero hay que aplicarlo a nuestra vida personal.

Hablé de esto más detallado en el punto 6 de este post.

Nuestro trabajo es una pequeña parte de lo que somos. Porque como hacemos algo, hacemos todo.

8) No tener ganas de hacer todo lo que hay que hacer.

La dejé para el final porque me parece la más polémica y donde voy a ser más dura.

“Cuesta mucho salirse del modo queja constante hacia cuestiones externas y enfocarse en lo que depende de uno.” Me respondieron en la encuesta. Esta opción creo que tiene que ver con todo los puntos anteriores y lo que decía al principio: no tener un objetivo suficientemente grande o importante y vivir en modo low battery.

Igual me parece la respuesta más sincera. Porque el que dice que sí lo quiere hacer es muy probable que no lo haga, pero el que dice que no lo va a hacer realmente no lo hace. Es súper válido. Pero en esto soy muy tajante: Si no estás dispuesto a cambiar y hacer todo lo que hay que hacer: Hay que dejar de quejarse, abrazar lo que hay y cerrar el tema para siempre.

Eso sí, hay que hacerse cargo de las consecuencias. Porque el tiempo es un potenciador: Si hacés un poquito cada día a lo largo del tiempo es una bola positiva (Hola Atomic Habits), pero si no hacés nada y hoy estás un poco frustrado, en unos años ese sentimiento será exponencial. Es el interés compuesto de la frustración (y la destrucción a largo plazo). Si no hacés nada, no es que no pasa nada, es que cada vez va todo un poquito peor.

atomic habits

Acá la maldición del no hacer, en el tiempo:

La motivación, al igual que la inspiración, se encuentra haciendo.

Otro gran error acá es ver el proceso como algo sacrificado para llegar a un objetivo, pero cuál es el objetivo? Hace poco entendí que no hay que llegar a ningún lado, que lo que importa es en lo que nos convertimos mientras intentamos llegar a eso. Y si SER esa persona que tiene ESO no te emociona, entonces no hay nada que hacer.

Pero antes les voy a decir esto: No hay nada más satisfactorio que transitar y disfrutar ese camino. Creo que de eso se trata la vida. No es finalmente saber en qué sos bueno o a qué dedicarte, lo mejor de todo está en el proceso de descubrirlo. Porque te vas a sorprender de vos mismo por cada pequeño logro que concretaste. De ese orgullo y emoción de mirar a tu yo del pasado y darte cuenta que pudiste, que avanzaste y que sos otra persona. Que estás feliz con quién sos y que cada logro te fortalece. Que cada vez estás más cerca de la vida que en algún momento soñaste tener y veías lejano. O que ya estás ahí, y aunque querés seguir avanzando estás agradecido por todo lo que tenés, porque te lo ganaste, es tuyo y nadie te lo puede sacar.

Con esta reflexión tan profunda me retiro.

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